Un callo es un área pequeña de piel engrosada que se forma en la parte de arriba o en un lado de un dedo del pie, producto de la fricción o presión ejercida por el calzado que no se ajusta bien. Un callo puede desarrollarse en las palmas de las manos o en las plantas de los pies, en las áreas donde ocurre la presión o fricción.
El engrosamiento cutáneo es una reacción de protección de la piel; por ejemplo, los granjeros o albañiles tienen callos en las manos que evitan que desarrollen ampollas dolorosas durante sus actividades.
Síntomas
Anomalías de la piel:
· Piel endurecida
· Piel gruesa
· La piel puede estar escamosa y seca
Se localiza en las manos, pies u otras áreas que pueden sufrir fricción o presión.
Signos y exámenes
El podólogo hace el diagnóstico después de observar la piel, el caminar, si hay alteraciones estructurales (pie plano, juanetes, etc.), y el tipo de calzado; en la mayoría de los casos no se requieren exámenes adicionales.

Tratamiento
Por lo general, el único tratamiento necesario es la eliminación de la causa de la fricción. Si el callo es el resultado de un calzado que no ajusta bien, al cambiar el calzado, el callo se elimina al cabo de unas semanas y hasta entonces, se debe proteger la piel con parches o fieltro. Si se desea, se puede utilizar un elemento abrasivo, como una lima, que se puede frotar suavemente para disminuir la capa del callo. Los callos en las manos se pueden tratar generalmente con el uso de guantes durante la realización de actividades que involucren las manos como la jardinería y el levantamiento de pesos.
Si se produce una infección o ulceración del pie o la mano en el área del callo o la callosidad, es posible que sea necesario que el podólogo elimine el tejido dañado y probablemente se requiera un tratamiento con antibióticos y antiinflamatorios.
Los callos a menudo reflejan una presión indebida que se ejerce sobre la piel debido a un problema subyacente como la presencia de un juanete, pie plano u otras alteraciones por lo que el tratamiento apropiado de dicha condición subyacente debe prevenir la recurrencia de las callosidades.
Expectativas (pronóstico)
Los callos y callosidades rara vez son un problema grave y si se tratan apropiadamente, deben mejorar sin causar problemas a largo plazo.
Complicaciones 
Las complicaciones debido a este problema son muy raras, pero suelen presentarse.
Las personas con diabetes son propensas a úlceras e infecciones y deben examinar regularmente sus pies para identificar estos problemas de inmediato, ya que tales lesiones requieren atención médica.
El uso indebido de “medicamentos” o remedios caseros, pueden complicar estas lesiones llegando a generar complicaciones irreversibles.
Situaciones que requieren asistencia médica
Las personas diabéticas que observen problemas en sus pies deben ponerse en contacto con el podólogo. De otro modo, la mayoría de los problemas con los callos y callosidades se resuelven usando un calzado apropiado y guantes.
Igualmente, se debe acudir al podólogo si a pesar del tratamiento los callos y callosidades se infectan y no mejoran.

Prevención
El uso de calzado que ajuste adecuadamente y de guantes al trabajar con las manos previene la formación de la gran mayoría de los callos y callosidades. ES MUY IMPORTANTE BUSCAR UN CALZADO QUE SE ADAPTE A NUESTRO PIE, Y NO EL PIE AL CALZADO.
También el diagnostico oportuno de alteraciones estructurales (pie plano, cavo, juanetes, etc.), para dar un tratamiento eficaz que nos ayude a eliminar o disminuir estos problemas.
